Claroscuros de Barcelona. El mejor amigo del hombre

Tener un perro en Barcelona tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como todo en la vida.

En realidad, los perros catalanes son tan educados como sus dueños. Es entrañable ver cómo, aún sin correa que los ate, los esperan a las puertas de los establecimientos que no los dejan entrar, sin un solo ladrido o inconveniente. A la salida los reciben como si hiciera un año que no los ven.

Sus dueños, generalmente, los sacan a pasear y hacer sus necesidades fisiológicas dos o tres veces al día. Para lo segundo, hay dedicados espacios y, aun con los mismos, el dueño se ve obligado a recoger los excrementos del canino y tirarlos en un recipiente para material orgánico que, dicho sea de paso, están cómodamente ubicados para que los vecinos no tengan que andar mucho para hacerlo.

Los peluditos, cuando salen de paseo, se juntan con otros perros que están en los mismos menesteres sin peleas ni actos hostiles. Cuando se ven, una puede imaginar que se saludan.

–¡Ey colega! ¿Cómo estuvo la cosa?

–-¿Qué le dieron de comer hoy?

–¿Se le pasó ya el dolor en los cuartos traseros?

–-Por si está acatarrado o flojo del olfato, el Rondo ha hecho saber que su vecina la Mini está dispuesta a recibir visitas; y recuerde que la sacan a las dieciocho.

Las ventajas de tener un perro son algo muy conocido: hacen compañía; son una terapia para el que vive solo o el depresivo; adoran a sus dueños y son leales hasta la muerte sin tener en cuenta el  humor del propietario; enseñan a amar y a cuidar; atraen el amor –en forma de otros u otras propietarios y propietarias de otros especímenes, o de otros seres humanos que gustan de los perros aunque no tengan en su casa.

Algunas veces se dan en la calle ciertos “diálogos para besugos”, como consecuencia de la poca materia gris de los propietarios, que no de los canes. Pero, en el fondo, esto se debe a que adoptan a sus animales y denotan verdadero amor por los perros.

–¡Que perrito más gracioso!

–¡Pues el suyo no digamos!

–-¿Cómo se llama?

–Chucho.

–¿Chucho? ¿No es un poco despectivo?

–Nooo. Sería si fuera perra, pero como es perro…

–La mía se llama Roncha.

–¿Roncha?

–En principio se llamaba Concha, pero mi suegra quiso que le quitáramos el nombre porque su abuela se llamaba así.

–¡Pues qué abuso! ¿No?

–Todo sea por la familia.

Las desventajas tienen que ver, más que nada, con las necesidades fisiológicas del animalillo y con las molestias que pueda causar a cualquier vecino al que no le gusten los animales no racionales o racionales –que los hay antisociales.

–¿Qué come Chucho?

–Pienso, comida húmeda y snacks.

–!Tio, se nota que no estás en el paro! Mi Roncha come mitad pienso y mitad comida casera.

–El problema de la comida casera es el trabajo que pasas para recoger la mierda.

–Sí. Por eso la saco tres veces al día.

–Pero no te veo con las bolsitas…

–Imagínate, las bolsitas para caca de comida casera…más de una vez he tenido que salir corriendo a la fuente más próxima. Últimamente ya no la recojo.

–-¡Serás guarra! ¿Y si le da por hacerlo delante de un poli?

–Siempre la paseo por donde no hay.

–A Chucho también lo saco dos veces al día, pero a veces no aguanta y se va al balcón a mear. La vecina del primero D ya me ha amenazado dos veces con hacer que me quiten el perro.

–La verdad que uno tiene que sufrir mucho con los niños.

–Sí.

Las autoridades, por su lado, promueven la paternidad canina responsable con letreros como este:

  • Los perros necesitan los juegos y paseos al aire libre. Es responsabilidad del dueño acompañar a su animal y vigilar que hace sus necesidades en los sitios indicados para ello.
  • Ate en la correa varias bolsas de recogida de excrementos. Le ayudará en caso de que el expendedor esté vacío.
  • Recuerde que es obligatorio recoger las heces del animal. En caso contrario puede ser sancionado.
  • Los excrementos del perro deben depositarse en un contenedor de basura orgánica o recipiente especial para este tipo de residuos. No en una papelera.
  • Vigile que su mascota no olfatee o lama las heces de otros animales: son un foco de enfermedades.
  • Respete las zonas de recreo infantil. No están indicadas para que su perro haga sus necesidades en ellas.

¡Tan civilizados, ellos!

2 respuestas a «Claroscuros de Barcelona. El mejor amigo del hombre»

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  2. Me encanta tu visión desde fuera. A mi a veces se me olvida que la mayoría de gente es civilizada y recoge sus «deshechos» sobre todo cuando mi puerta amanece meada de cabo a rabo, sin comentar del regalito que tuvimos que limpiar hace un par de días.
    Por cierto, el vecino ya hizo un arreglo para que no cayeran a tu balcón las aguas turbias de su pequeña (o eso me dijo al menos).
    Sigue recordándome lo bueno que tenemos que de tanto tener a veces lo mucho no sabe a nada.

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