De princesas, dragones y el poder de la palabra

Por Ivette Vilalta (Joven catalana nacida en República Dominicana)

Hace ya una docena de años, cuando llegué a Catalunya atraída por el poder de la nostalgia familiar, por el recuerdo de escaleras con olor a sofrito de cebolla y tomate y de edificios antiguos que entonan melodías sin siquiera tener intención, pude conocer a fondo una festividad que era para mí del todo ajena. Una festividad que, sólo por su esencia me cautivó.
La historia de Sant Jordi salvando a la princesa… no, esa no (aunque debo aceptar que también me deleita) sino la celebración de un día en el que todo el mundo se pone de acuerdo para hacer demostraciones de amor, de cariño, de complacencia, de empatía y de todo sentimiento positivo a través de símbolos universalmente conocidos como son las flores y las palabras.
Debo decir que me sentí cautivada al ver reproducido mi rincón favorito de una habitación por todos lados.. pilas y pilas de libros, mensajes y palabras pululando en el aire para ofrecer un montón de mensajes positivos. Caras felices, parejas de la mano, amigos encontrados para compartir un refresco un libro o una flor pero sobre todo, un único mensaje: eres importante para mi.
La palabra, esa simple estructura de símbolos se convierte en protagonista de historias de amor, de novelas, de ayuda, de consejos, de fantasía, de nostalgia, de poder o de proclamación de ideas… en papel, en digital, en formatos de todo tipo para grandes y pequeños, entre familiares, amigos conocidos o compañeros e incluso, entre desconocidos. Porque sabe, ella sabe que es protagonista y quienes la respetamos, e incluso muchas veces, adoramos, aprovechamos para venerarla, o para sencillamente, dejarnos acariciar por sus sentidos… un día como hoy, en el que cualquier mensaje cobra fuerza y tiene sentido.
Me gusta hacer la lectura como sigue… y de la sangre del dragón brotó la flor que representa el amor… y que siembra toda una ciudad de ese color rojo intenso. Intenso como las palabras y de su potencialidad; intenso como el poder de las relaciones y del flujo de la energía un tanto eufórica en un día como éste.
Caminar por las calles se convierte en una fiesta, regalar un libro en apuesta por compartir un trocito de tu esencia y recibir una rosa en una sonrisa compartida.
Una de las festividades más hermosas sin duda, enmarcada por un cuento donde… un valiente Sant Jordi salva a golpe de espada a la princesa y evita que ésta sea engullida por un mísero y violento dragón. De la herida mortal encestada por nuestro valiente héroe al corazón del dragón, brota su sangre roja para convertirse en una hermosa rosa que regalará a la princesa como muestra de su amor… a que sí, a que es para deleitarse con ella.

Una respuesta a «De princesas, dragones y el poder de la palabra»

  1. Felicitamos a Ivette, por tan linda narración, que nos enamora de los dragones, de la princesa y de la celebración en honor de Sant Jordi.
    Que siga escribiendo, que lo hace muy bien, porque le viene en la sangre.

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