Soledad etílica

A Espiritoso López Pérez la vida le jugó una mala pasada: le dio una voluntad débil –dice él.

A los sesenta y tres años, quisiera tener compañía femenina, pero busca un amor que entienda su situación y lo quiera como es y como está, –cosa que ve difícil. Cree que su tren ya pasó.

P. ¿A qué edad comenzó usted a tomar alcohol?

R. A los 30 años.

P. ¿Nunca antes había tomado?

R. Si, había tomado alguna vez  desde los 18 años –mi papa de crianza era alcohólico–, siempre había ron en casa.

P. ¿Cómo llega al alcoholismo?

R. En mi trabajo conocí a un joven que bebía todos los miércoles.

P. ¿Por qué los miércoles?

R. Nos pagaban semanal.

P. ¿Cuántos tragos tomaban?

R. Tragos no, botellas.

P. ¿Cuántas? 

R. Dos potes.

P. ¿Ese mismo día?

R. Si y los sábados nos tomábamos tres potes.

P. ¿Le ocasionó problemas sexuales con su pareja?

R.  Al principio no.

P. ¿Cuándo empezaron a surgir los problemas?

R. Al tiempo, más o menos al año; ella quería más, pero yo no conseguía otra erección como antes, rápida.

P. ¿Se agravó la situación? ¿Por qué?

R. Ella comenzó a quejarse de que ya no era como antes, cuando nos juntamos.

P. ¿De qué se quejaba ella?

R. De que yo no tenía fuerza.

P. ¿A qué se refiere?

R. Que no lo sentía adentro.

P. ¿Fue eso lo único?

R. La poca duración.

P. ¿Algo más?

R. Bueno, durábamos mas juntos porque me iba al pozo –sexo oral.

P. ¿Qué mas pasó entre ustedes, buscaron ayuda?

R. Nunca. Hubo mucho pleito, adulterio, golpes.

P. ¿Ella era adúltera o era usted?

R. Los dos, pero era porque ella ya no me quería. Nos dejamos.

P. ¿Y su vida sexual como siguió?

R. No volví a tener una mujer fija, es decir en la casa. Las buscaba algunas veces y lo hacíamos en un motel.

P. ¿Llegaba usted a la eyaculación con esas parejas igual que con su pareja pasada?

R. A veces. Pero si bebía mucho me dormía y en la mañana hacíamos algo.

P. ¿Era satisfactorio?

R. Ya casi no sentía placer.

P. ¿Actualmente como esta su vida sexual?

R. Hace tiempo que no busco mujeres, me masturbo, vivo solo. Tengo miedo a una enfermedad.

P. ¿Si se le presentara una mujer desnuda, se estimularía usted, visualmente?

R. Tal vez, no estoy seguro.

P. ¿Y si usted la tocara, se estimularía?

R. Me gustaría hacerlo, pero solo si hay cariño.

P. ¿Sigue usted tomando alcohol en grandes cantidades?

R. Sí. No puedo dejarlo. Me ayuda a vivir esta soledad.

 

 

 

 

 

 

 

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