7 historias de amor. Miércoles: amor de madre

 

Portadora del disfraz más bien logrado

cuando una la mira cree que es niña.

 

Piel de dulce de leche,

ojos de café, tan cargado,

que en la mirada lleva aroma y excitación.

Tronco de árbol joven, sin daños en la corteza,

adornado su tope por una maraña viva.

Conjunto todavía sin gentileza,

abierto a la metamorfosis.

 

Pero no, mentira;

parece que fuera pero no es.

 

Es aire que un día, cuando pasaba por el azahar

robándole su olor, fue apresado.

Color azul sorbido con disimulo, pecadillo leve;

¡hay tanto azul en el cielo!

Sabor del tamarindo. Picadura de hormiga Caribe.

Olor de mango, manzana y melón. Espíritu de ruiseñor.

Pimienta, nuez moscada y malagueta.

 

Ternura de una camada de perros.

Rio caudaloso y atrevido o desviación casi estancada

cubierta de lilas, según el momento.

Alas de gaviota con colores de mariposa.

Volcán de luz.

Espuma de mar.

Gota de lluvia recogida de una hoja.

 

¡Es la vida!

¡Sí, la vida vibrante!

 

Y por si a alguien se le ocurre que es poseer demasiado

y quiere robarse parte,

¡Cuídese!

Que ese disfraz tiene cancerbero, desconfiado, fiero.

Porque ya una vez,

con premeditación y alevosía

le robaron el suyo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *