Osadía

 

Dando marcha atrás,

robándole al progreso una hora de impuesto humano,

llegué hasta aquí empujada por el viento.

 

Y como ahora puedo porque sé lo que es querer y no poder,

meto mis pies en el charco de agua que la lluvia me dejó de regalo

y tiño mis calcetines de color de tierra,

porque estoy cansada de la presencia impecable.

 

Y como ahora puedo porque sé lo que es querer y no poder,

no voy a misa y me caliento en una hoguera de símbolos

mientras espero a Dios

mirando el sol, las hormigas y los hombres.

 

Y como ahora puedo porque sé lo que es querer y no poder,

envuelvo al amor de mi carne en el velo de mis sentidos

y lo invito a poseerme,

porque he aprendido a fundirme con lo eterno.

 

Y como ahora puedo porque sé lo que es querer y no poder,

amo a mis hijos, si quiero, si mis entrañas de animal me lo ordenan;

y si quiero los odio;

y rompo en mil pedazos el sofisma de la sociedad.

 

Y como ahora puedo porque sé lo que es querer y no poder,

muero cuando quiero y como quiero.

sin temor, con frutos en las manos, mi mochila llena de amor.

El temor a la eternidad quedó disuelto entre libros y doctrinas.

 

Dando marcha atrás llegué muy lejos.

Miro hacia los lados con temor; no veo a nadie.

Nadie pudo ver  mi alma al descubierto. Respiro. ¡Qué osadía la mía!

Noviembre 1983

 

 

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